Un eccema es un proceso de descamación de la piel que provoca enrojecimiento, comezón y en algunas ocasiones hasta pequeñas ampollas. Podemos encontrar diferentes tipos de eccemas, de los que destacan el eccema atópico y el eccema de contacto.
El eccesa atópico es caracterizado por la presencia de lesiones descamativas, rojizas y de gran incomodidad, debido a algún proceso alérgico como asma, urticaria, rinitis alérgica y sequedad cutánea.
El eccema de contacto se caracteriza por la aparición de placas descamativas en la superficie de la piel debido al contacto con alguna sustancia irritante o tóxica para la persona.
Eccema dishidrótico. Se caracteriza por la aparición de ampollas llenas de líquido que provocan picazón.
Eccema seborreico. Este tipo de eccemas se deben a una alteración crónica de la piel que empeora con el estrés emocional y durante los meses fríos y secos. Se caracterizan por aparecer en zonas de enrojecimiento con escamas gruesas y amarillentas, principalmente en las zonas en donde se encuentra la mayor concentración seborreica, como el cuero cabelludo, el rostro y la parte central de la cara.
La principal de las razones por las que aparecen los eccemas son, como podemos apreciar, las alergias y la herencia genética.
Entonces, ¿se pueden prevenir los eccemas?
Muchas veces ni siquiera se llega a saber cuál o qué fue lo que los desencadenó el eccema, sin embargo si existen ciertas medidas con las que puedes evitar la aparición de estos:
- Utilizar ropa de algodón.
- Evitar el contacto con sustancias que puedan ser agresivas con la piel.
- Usar jabones sin perfumes
- Usar guantes cuando se está en contacto por mucho tiempo con algún líquido, incluyendo con agua,
- Evitar hacer actividades con las que se suden mucho, ya que los eccemas suelen empeorar cuando hay contacto con sudor.
- No bañarse con agua caliente, siempre con agua templada y de preferencia fría.
Y si ya tengo un eccema, ¿qué me recomiendas para cuidar del problema?
- Evita frotar la piel a cualquier costa, ya que se encuentra irritada y si la frotas podrás dañarla severamente.
- Queda prohibida la ropa de fibras sintéticas.
- Mantener una buena humectación de la piel, pero evitando a toda costa las cremas perfumadas que pueden dañar la piel.
- Si es problema es recurrente y/o persistente, acudir al médico cada tanto para llevar un control y tratamiento adecuados.